¿En qué se diferencia una "tormenta de ideas" usada
para desarrollar nuevos productos de aquella utilizada para reducir costos?
Mientras que las
sesiones tradicionales son libres (toda idea es válida, sin importar cuán
descabellada o genial pueda parecer) y se enfatiza en la cantidad de ideas
producidas y en la suspensión del juicio hasta el final de la sesión, las
sesiones para reducir costos son
mucho más dirigidas. Por empezar, las negativas de cualquier idea para
reducir costos deben ser consideradas inmediatamente. El equipo que realiza la
tormenta debe pasar más tiempo buscando la practicidad de cada idea (¿puede
ser realmente implementada?), lo cual significa explorar ambas ramificaciones de
cada idea, la positiva y la negativa.
Luego, se sugiere asignar un valor (en dinero) a cada idea surgida. Esto no sólo le da al grupo un sentido de propósito y logro, sino que también le permite comparar una idea con otra. También se recomienda que los participantes de cada sesión creen un esquema mental que detalle sus responsabilidades diarias en el trabajo. Con esos detalles frescos en sus mentes y sobre un papel donde todos pueden verlo, es relativamente simple ver desde un punto de vista más general- problemas específicos e ineficiencias, para llegar a ideas más precisas y aplicables.
Además, un
esquema mental de las tareas, puede ayudar a ver relaciones entre problemas
aparentemente sin conexión, como así también costos y oportunidades.Finalmente
es importante advertir que, mientras una sesión para crear nuevos productos
puede generar cientos de ideas, una sesión para reducir costos produce un
resultado mucho más bajo debido a los factores antes detallados. Si un equipo
alcanza una media docena de ideas, bien pensadas, analizadas y posibles de
implementar, entonces ha hecho un gran trabajo.
Otro enfoque:
Para desarrollar ideas que reduzcan costos, se basa en entrenar a todos los empleados para
buscar mejoras, simples y fáciles de implementar, que puedan realizar en
sus áreas de trabajo. Es más, se les induce a aplicar esas ideas
inmediatamente, sin necesidad de la aprobación de un superior. Este método de
mejoras continuas tiende a ser muy efectivo para desbloquear el potencial
creativo de todos los empleados y no sólo el de unos pocos. Sin embargo, la
mayoría de las empresas elige un pequeño equipo de "agentes", que
desarrolla la mayor parte del pensamiento de la compañía. Esta estrategia
necesita de la generación continua de nuevas ideas, no representa un compromiso
continuo con la resolución creativa de los problemas y no faculta a todas las
personas a compartir e implementar sus propias ideas.
En contraste, con este
último enfoque se espera que cada empleado contribuya al flujo constante de
ideas, ya que se encuentran
facultados para poder ver inmediatamente el resultado de su esfuerzo creativo.
Conclusión: Cuando la mayoría de las personas de negocios piensan en
creatividad, tienden a visualizar nuevos productos o nuevas ideas de servicios.
Muy pocos consideran el potencial creativo de la tormenta de ideas como una
herramienta para reducir costos. De hecho, demasiadas compañías resuelven este
problema "cortando cabezas", lo que irónicamente no hace más que
acrecentar el problema, ya que
las cabezas parten con sus cerebros adentro.
Como pudimos ver, existen otras técnicas que nos ayudan a reducir costos e incrementar la efectividad de la empresa y su competitividad. ¿Por qué no probarlas?

